martes, 28 de septiembre de 2010

Sobran razones....

Sí. Sobran razones para ir a la huelga general de mañana. Es cierto que nuestra clase política no está en sus mejores horas, es cierto que los sindicatos, en conjunto, han perdido credibilidad, es cierto... todo lo que queramos añadir y cada uno llevará sus razones.

Pero también es cierto la serie de realidades que a través de decretos estamos comenzando a vivir. No es justo que la actual crisis económica, la soporten en primer lugar los pensionistas. No es justa la nueva Ley de Reforma laboral, que abre la caja de los truenos, a toda esa generación de jóvenes presentándoles un presente y sobre todo un futuro sombrío.

¡ Cuántas conquistas , laborales, sociales ...logradas con sangre , sudor y lágrimas están desmoronándose en un abrir y cerrar de ojos!. ¿ Cuáles serán las siguientes?.

Se queda uno perplejo viendo a la clase política rendida al poder económico, que cada vez pide más y más, sin pudor alguno.

Y sobre todo, causa una pena enorme y vergüenza, ver cómo este baile le ha tocado bailarlo, precisamente a la izquierda. A la que dice ser y llamarse la izquierda. Sin que le tiemblen las piernas, sin rubor, entregados a un trabajo que no es el suyo, que no les pertenece. Con la sonrisa y el aplauso contenido de quienes sentados, esperan ávidos el próximo baile.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Por qué iré a la huelga general

Por estas cosas que apunta Ignacio Ecolar. Y por algunas más.


Por qué iré a la huelga general.

Ignacio Escolar. Escolar.net, 16-09-2010.


Han pasado sólo dos años, qué deprisa se olvida. Tal día como ayer, 15 de septiembre de 2008, la mayor bancarrota que vieron los tiempos dio la señal de salida a la peor recesión en décadas. Todo en esta historia es así, titánico, y aquel gigante naufragado se llamaba Lehman Brothers. Conviene recordar su nombre y la fecha que marcará pasa siempre nuestras vidas: 15-S. Aunque no lo parezca, no fue culpa ni de los liberados sindicales ni de los gitanos ni tampoco del precio del despido libre. Es la parte más obscena de la crisis: la desconexión entre sus causas y sus consecuencias.

Yo ya me he decidido. El 29 de septiembre iré a la huelga general por el 15-S y cuatro motivos más. El primero, por la reforma laboral; porque no creo en las recetas de esos economistas pirómanos que proponen apagar incendios con gasolina o combatir el paro abaratando el despido. El segundo, porque tengo un hijo de un año y, aunque sólo sea por él, me niego a rendirme ante la mayor estafa de la historia: que el fracaso estrepitoso de la ideología neoliberal se solucione con otras dos tazas de la misma sopa. El tercero, porque yo también conozco a sindicalistas egoístas y liberados perezosos, y creo que los sindicatos tienen mucho que mejorar. Pero me preocupa aún más que su derrota deje desarbolada la principal defensa de los trabajadores ante esos empresarios sin escrúpulos, que tampoco son todos como la caricatura de su representante, Díaz Ferrán, pero que también existen. El cuarto, porque me temo que la huelga no va a funcionar, y tengo debilidad por las causas perdidas.

Pase lo que pase, el 29 de septiembre la derecha podrá celebrar un éxito. Si la huelga triunfa, será una derrota del Gobierno. Si la huelga fracasa, será una derrota aún peor, la del sindicalismo. No será con mi ayuda.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Contra la Reforma Laboral

"Hay que echar abajo la reforma laboral".
Ese es el hilo conductor de este vídeo que ha sido elaborado por gente joven, de la que sufre las consecuencias de esta "crisis" que han generada las fuerzas más reaccionarias del sistema capitalista. Una visión crítica y "cañera". Vean, vean.


martes, 21 de septiembre de 2010

Día Internacional de la Paz

Una vez más la ONU, coincidiendo con la apertura de los plenarios de su Asamblea General, ha promovido este año la celebración del Día Internacional de la Paz para la jornada del 21 de septiembre (véase: http://www.un.org/es/events/peaceday/2010/). Sin embargo, hay que recordar aquí la paradoja (llamémosla suavemente así) de que fue la ONU quien dictó la resolución 1441, de 8 de noviembre de 2002, abriendo así las puertas a la invasión de Irak por parte de EE.UU. por el motivo de las supuestas armas de destrucción masiva. La ONU también ha amparado de algún modo guerras de muy dudosa legalidad, como la de Afganistán. Como ha escrito el investigador para la Paz Eduardo Melero: “El 20 de diciembre de 2001, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la Resolución 1386, en la que autorizaba el establecimiento de la ISAF (Fuerza Internacional para la Seguridad en Afganistán) para mantener la seguridad en Kabul y sus alrededores, permitiendo que ISAF utilizara la fuerza armada para cumplir su cometido”.


¿Quizás la ONU -cuyo Consejo de Seguridad, no lo olvidemos, está compuesto por las potencias nucleares- pretende con la celebración de este Día que reduzcamos la Paz a un bello sentimiento y que la alejemos de nuestra exigencia de Justicia?. ¿Que hablemos de Paz, pero que no hablemos de la retirada de España y de la OTAN de Afganistán?. ¿Que hablemos de Paz pero que no hablemos de los gastos militares y la fabricación de armas y las políticas exteriores agresivas?. ¿Que hablemos de Paz y de tibios llamamientos al desarme nuclear pero no que denunciemos quién fabrica, tiene y amenaza con sus arsenales nucleares desde Rota, Morón y Gibraltar?. Celebrar la Paz está bien, ¿denunciar las guerras no?.


En su discurso de este año dedicado a la Paz Ban Ki-moon ha dicho que los jóvenes “son vulnerables a las fuerzas del extremismo. Por eso, digo a todos los gobiernos y a nuestros asociados: hagamos más por los jóvenes. Démosles un mundo de paz y tolerancia”. Teniendo razón en lo que dice, pienso que al Secretario General de la ONU se le ha olvidado mencionar que el legado que “los viejos” (los que no parecen “extremistas”) están dejando a los jóvenes es aterrador: inmensos arsenales atómicos que siguen activos, guerras y gastos militares multimillonarios, cambio climático, crisis alimentaria…

Cristóbal Orellana González (Noviolencia Ahora -Jerez-)

domingo, 19 de septiembre de 2010

Labordeta en la memoria

"Para Santa Orosia creo
que este verano irá bien.
Para San Miguel me veo
arruinadico otra vez..."

Con esta canción, solía arrancar Labordeta sus recitales cuando iba de pueblo en pueblo por todo Aragón a mediados de los 70. Y acto seguido, la gente empezaba a bailar. Después venía aquello de "Arremojate la tripa que ya viene la calor" o se ponía algo más serio y cantaba "La vieja" o aquella otra canción que tanto llegaba a la gente: "A varear la oliva".

El público vibraba cuando entonaba el "Polvo, niebla, viento y sol..." que se convirtió en el himno de Aragón, en nuestro himno. Para terminar echaba una de sus "despedidas" sabiendo que la gente no se movería de allí sin que todos juntos entonásemos el "Canto a la libertad", la guinda de sus recitales.. Era entonces cuando las luces de la plaza se apagaban y la gente encendía sus mecheros para cantar con ganas "Habrá un día en que todos..."

La primera vez que vi a Labordeta en directo fue en la plaza de Lumpiaque, un pueblo vecino del mío, Épila, una noche de agosto de 1976. Lo seguimos luego por toda la Ribera del Jalón en las fiestas de los pueblos, esos pueblos para los que parecía hecha a medida la voz de Labordeta y sus canciones. Le siguieron luego otras noches, otras fiestas, otras verbenas populares en Calatorao, La Almunia, o en la plaza de toros de Épila.
Ya después, cuando sus canciones formaban parte del "imaginario" de aquellos primeros años de la lucha por la democracia y de la transición, cuando su "Canto a la libertad" se había convetido en todo un himno de esa época, seguíamos saboreando sus canciones que ya por siempre asociaremos a las noches de verano en las plazas de los pueblos, en los albores de la democracia.

"El abuelo", como cariñosamente le conocían ya todos en Aragón, se ha ido más lúcido que nunca después de su paso por la política, por el periodismo, por la enseñanza, por la literatura y por la canción, con el aprecio de todos (excepto, tal vez, el de aquellos a quienes mandó "a la mierda" con tanta razon).

Entre todas sus canciones, me gustaba escuchar especialmente (igual que ahora) el Canto de Albada, que dejo aquí para compartir con todos los amigos. Aún hoy, al escucharla me traslado a una plaza de pueblo una noche de agosto, donde siempre convocaremos ya, a la luz de los mecheros, a Labordeta, al querido "abuelo".


Labordeta - ALBADA








Jose Antonio Labordeta - Canto a la Libertad